No existen años ni fecha en el calendario, cuando la vida te regala oportunidades, nunca es tarde, cuando tu voluntad supera cualquier límite ( casi siempre autoimpuestos) para demostrarte que tienes capacidad para alcanzar tus sueños. «Nunca es tarde, cuando la dicha llega», dice un refran popular, y en realidad es así, todo depende del deseo de superación, ese que rompe barreras y paradigmas. Mientras tengas vida todo es posible, si eres perseverante.
Nunca es tarde para completar lo que dejaste a medias. Nunca es tarde para tomar la decisión de avanzar.
Nunca es tarde para aceptar y reconocer esa actitud dañina que no te gusta y transformar lo malo en bueno, para tu beneficio.
Nunca es tarde para perdonar y reconciliarte con la vida.
Nunca es tarde para amar, abrazar o sonreír.
Nunca es tarde para expresar a tus seres queridos lo mucho que los amas.
Nunca es tarde para una reconciliación.
Nunca es tarde para soltar y dejar atrás malas experiencias y heridas que te llenan de odio y te envenenan la vida.
Nunca es tarde para tomar decisiones que tenias en espera.
Nunca es tarde para elevar una oración de agradecimiento a Dios.
Nunca es tarde para lo que quieras hacer.
Nunca es tarde para elegir ser feliz.
Nunca es tarde….

Abog. Nilmary Boscàn Maldonado.