El dolor de la picadura de la hormiga Tocantera, es 30 veces más intenso que el de una abeja

El dolor de la picadura de la hormiga Tocantera, es 30 veces más intenso que el de una abeja

Hormigas: buenas para tu salud Generalmente las hormigas son algo de lo que intentamos huir, pero al parecer estamos equivocados: ellas podrían traer beneficios a la salud. Así que ya vas a empezar a querer tenerlas cerca. En China se reportó la identificación de sustancias en lagunas especies de hormigas que podrían ser buenas para combatir enfermedades como la artritis y la hepatitis. Durante siglos las

Hormigas: buenas para tu salud

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Generalmente las hormigas son algo de lo que intentamos huir, pero al parecer estamos equivocados: ellas podrían traer beneficios a la salud. Así que ya vas a empezar a querer tenerlas cerca.

En China se reportó la identificación de sustancias en lagunas especies de hormigas que podrían ser buenas para combatir enfermedades como la artritis y la hepatitis.

Durante siglos las hormigas han sido utilizadas como un ingrediente saludable en las comidas y bebidas Chinas. Se sospecha que los efectos anti-inflamatorios y que apaciguan el dolor que brindan las hormigas se debe a algunas sustancias que éstas presentan.

Zhi-Hong Jiang es quien está estudiando el efecto que tienen las sustancias de las hormigas en la salud. Él y su grupo de investigadores analizaron dos tipos de especiesdehormigas, en éstos encontraron varias propiedades naturales que podrían combatir infecciones bacteriales, artritis y otra gran variedad de enfermedades.

Por el momento se sabe los buenos efectos que tienen las hormigas en las enfermedades anteriormente mencionadas, pero no se descarta que también ofrezcan beneficios para luchar contra distintos tipos de dolencias. Una vez más nos sorprende cómo la naturaleza nos otorga todo como para ayudarnos, está en nosotros no falla.

La hormiga bala o tocantera (Paraponera clavata) es una especie de insecto himenóptero de la familia de los formícidos y único miembro del género Paraponera (del griego ponerina, «dolor»). Mayor que la de cualquier otro Hymenoptera, el dolor de su picadura es 30 veces más intenso que el de una abeja o una avispa, y quienes han sufrido esta picadura aseguran la analogía de la misma con el disparo de una bala. Varios de sus nombres comunes hacen alusión a esta particularidad. Esta hormiga se encuentra particularmente en los bosques fluviales de Venezuela, Bolivia y Brasil, pero su presencia logra extenderse hasta Costa Rica.

Hay, incluso, una tribu amazónica que realiza un ritual con estas hormigas: en una especie de guantes, elaborados artesanalmente, se tejen aproximadamente unas 50 hormigas bala, muchas veces con savia de árbol. Para preparar este intrincado guante, primero se adormece a las hormigas con una infusión de hierbas, y posteriormente, el chamán las despierta con humo, para iniciar el ritual. A los varones de la tribu se les colocan esos guantes al cumplir los 9 años de edad, y deben tolerar las picaduras durante aproximadamente diez minutos. Este ritual se hace para señalar el paso de la niñez a la adultez. Es sumamente doloroso, y es común la pérdida de conocimiento.​ También se realiza este ritual para inmunizar a los hijos contra este veneno, pues la convivencia y vida en el Amazonas y la relación con las especies de su entorno es compleja y dura. Recientemente, la ciencia ha avalado que efectivamente el veneno de esta singular hormiga tiene beneficios para el organismo, pues refuerza el sistema inmunitario. La esperanza de vida de estas tribus supera los 80 años, y rara vez se enferman

La hormiga ‘marciana’ del Amazonas

Vista lateral de la 'Martialis heureka'. (Foto: C. Rabeling y M. Verhaagh | PNAS)
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Una nueva especie de hormiga subterránea, depredadora y ciega, que seguramente es descendiente de las primeras hormigas del planeta, ha sido descubierta en la selva amazónica brasileña.

El animal, encontrado por el biólogo de la Universidad de Texas Christian Rabeling, ha sido llamado ‘Martialis heureka’, que literalmente traduce ‘hormiga de Marte’. El nombre se le ha atribuido por sus singulares características, nunca antes registradas por los científicos.

Esta pálida hormiga, que mide entre dos y tres milímetros de largo, es capaz de vivir en el subsuelo. Además de no tener ojos, el animal tiene una larga mandíbula, que los científicos sospechan que utiliza para capturar a su presa.

El insecto también pertenece a su propia nueva subfamilia, una de las 21 que existen entre las hormigas. Esta es la primera vez que una nueva subfamilia de hormigas con especies vivas -otras han sido halladas con especímenes fosilizados- ha sido descubierta desde 1923.

Los científicos aseguran que este descubrimiento ayudará a los biólogos a entender mejor la biodiversidad y la evolución de las hormigas, que son «insectos abundantes y de una gran importancia para la ecología». «El hallazgo nos da pistas sobre la gran cantidad de especies de hormigas que se conservan en buen estado y que aún no conocemos», asegura Rabeling en su estudio, ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS).

Rabeling y sus colegas, que encontraron al animal en 2003, tuvieron que realizar una serie de análisis morfológicos y genéticos a la ‘Martialis heureka’ para poder comprobar que se trataba de una nueva especie. Los resultados de las pruebas de ADN de las patas del animal confirmaron que su posición filogenética se encontraba en la base de árbol evolutivo.

Una rápida evolución

Las hormigas evolucionaron hace más de 120 millones de años de las avispas, sus antecesores Probablemente, se desarrollaron de manera rápida en diferentes linajes, especializándose las hormigas en el suelo, levantamiento de hojas o árboles, o incluso en tareas generales.

«Nuestro hallazgo es un claro soporte a la idea de que las hormigas subterráneas, depredadoras y ciegas tuvieron lugar al inicio de la evolución de estos insectos», afirma Rabeling, quien no sugiere que la antecesora de todas las hormigas fuese subterránea y ciega, pero afirma que estas adaptaciones se produjeron muy temprano en la evolución y se han mantenido con el paso de los años.

«Basados en nuestros datos y registros de fósiles, asumimos que el antecesor de esta especie fue un tipo de animal parecido a una avispa, el ‘Sphecomyrma’, ampliamente conocido como el eslabón perdido entre las avispas y las hormigas», explica Rabeling.

El biólogo supone que esta nueva especie de hormiga desarrolla adaptaciones con el tiempo para su hábitat subterráneo -por ejemplo la pérdida de sus ojos y su color pálido-, al tiempo que mantuvo algunas características físicas de su antecesor.

«La ‘Martialis heureka’ se esconde en suelos tropicales estables y posee potencialmente menos competidores que otras hormigas», explica Rabeling. «Este animal puede representar un tipo de ‘reliquia’ que ha retenido algunas de las características morfológicas ancestrales», concluye.

Alfredo Borges
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