Cono Sur. Durante más de diez años, ha trabajado para conservar uno de los biomas más amenazados del planeta y sus especies

Cono Sur. Durante más de diez años, ha trabajado para conservar uno de los biomas más amenazados del planeta y sus especies

Más de 10 años conservando los pastizales naturales La Alianza del Pastizal constituye la primera iniciativa regional sudamericana para la conservación de los pastizales naturales de la región del Cono Sur. Durante más de diez años, ha trabajado para conservar uno de los biomas más amenazados del planeta y sus especies. La región del Cono

Más de 10 años conservando los pastizales naturales

La Alianza del Pastizal constituye la primera iniciativa regional sudamericana para la conservación de los pastizales naturales de la región del Cono Sur. Durante más de diez años, ha trabajado para conservar uno de los biomas más amenazados del planeta y sus especies.

© Alianza Pastizal

La región del Cono Sur de Sudamérica alberga un área de pastizales naturales únicos en el mundo por su gran riqueza en biodiversidad. Estas exuberantes llanuras, conocidas como “pampas” (palabra quechua que significa planicie), cubren casi un millón de kilometros y se extienden desde Paraguay, Uruguay, Brasil hasta Argentina.

Los pastizales naturales son hábitat de alrededor de 600 aves silvestres registradas y ecosistemas críticos para millones de aves migratorias que trazan rutas de hasta 15 mil kilometros cada año para unir las praderas norteamericas con las pampas de Sudamérica. Las especies de pastos y plantas propias de este bioma brindan alimento y refugio, y representan importantes áreas de reproducción para aves endémicas, como el Tordo Amarillo (Xanthopsar flavus) o la Monjita Dominicana (Xolmis dominicanus).

Tordo Amarillo (Xanthopsar flavus) © Fernando Farias
Tordo Amarillo (Xanthopsar flavus) © Fernando Farias

Los pastizales sostienen también a una población humana de 35 millones de habitantes. Sin embargo, a causa del avance de la producción agrícola y la ganadería, la forestación con especies de eucalipto y pinares y el desarrollo de áreas urbanas, este ecosistema corre el riesgo de desaparecer por completo, al igual que las especies que habitan en el. Actualmente, más del 95% de las pampas son propiedad privada y han sido utilizadas por agricultores para el cultivo de soja, maiz y trigo, principalmente. Estos monocultivos representan un peligro para los paisajes pampeanos puesto que desgastan los nutrientes, ocasionando que aproximadamente el 60% de los suelos de la región sufran procesos de erosión.

Es así como, en el año 2004, BirdLife International conjuntamente con los socios de Aves ArgentinasAves UruguayGuyra Paraguay SAVE Brasil deciden emprender un ambisioso proyecto para proteger las pampas, la cultura de la región y las cientas de especies de aves migratorias y aves endémicas que dependen de éste bioma. Dos años después, en el año 2006, se crea oficialmente la Alianza del Pastizal como la primera iniciativa regional sudamericana para la conservación de los pastizales naturales del Cono Sur.

A partir de ese momento, los productores dejaron de ser considerados enemigos de la conservación para convertirse en aliados, inscribieron sus campos a esta iniciativa y se comprometieron a formar parte de una nueva visión que promueve procesos de ganadería y agricultura sostenibles mediante la implementación de sistemas de pastoreo adecuados, tratamiento de suelos y aguas, y un manejo responsable de agroquímicos.Subscribe to Our Newsletter!

Paisaje de las pampas © Aves Argentinas
Paisaje de las pampas © Aves Argentinas

La Alianza del Pastizal desarrolló también un protocolo de certificación y creó un sello de carne de vacuno “amigable con las aves” que garantiza que las granjas respetan la biodiversidad y conservan al menos 50% de sus pastizales naturales. El valor agregado de la carne de pastizal ha permitido que sea exportada a Europa, he incluso, que se exponga en una conferencia para chefs en los hoteles Hilton. 

Adicionalmente, la Alianza del Pastizal, conjuntamente con los gobiernos de la región, creó un proyecto basado en un sistema de incentivos a los productores rurales que contó con el apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y dió lugar a la creación del Índice de Contribución a la Conservación de los Pastizales Naturales (ICP) y un Manual de Prácticas Rurales Asociadas. Como resultado, 312 establecimientos rurales, con 363.900 hectáreas empezaron a implementar un manejo conservacionista de sus pastizales al año 2016. Se han realizado también campañas periódicas de monitoreo de aves en predios ganaderos para entender como responden estas a los diferentes sistemas de pastoreo y como están impactando las comunidades de aves las prácticas de manejo que promueve la Alianza del Pastizal en la región del Cono Sur. 

Durante los últimos años, la Alianza del Pastizal ha ido creciendo y se ha fortalecido. Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer. Actualmente, el desafío es convertirse en un referente para otros países de la región, lograr sinergias y extender los logros obtenidos durante estos años hacia todo el continente, para así asegurar la conservación de uno de los biomas más importantes y frágiles del mundo y sus emblemáticas especies. 

Alfredo Borges
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