Gregor McGregor cumpliendo los designios de Bolívar toma por sorpresa la isla de Amelia el 25 de junio de 1817 e izó la bandera venezolana y la Cruz Verde de la Florida en el Fuerte San Carlos de Fernandina una vez sometida la guarnición española al mando del brigadier Francisco Morales, para hacerlo sede del gobierno de la nueva República de Florida. La República de Florida fue una entidad
Gregor McGregor cumpliendo los designios de Bolívar toma por sorpresa la isla de Amelia el 25 de junio de 1817 e izó la bandera venezolana y la Cruz Verde de la Florida en el Fuerte San Carlos de Fernandina una vez sometida la guarnición española al mando del brigadier Francisco Morales, para hacerlo sede del gobierno de la nueva República de Florida.
La República de Florida fue una entidad territorial no reconocida que duró entre el 29 de junio y el 23 de diciembre de 1817. Estaba limitada por Estados Unidos al norte, y al sur, por la Capitanía General de Cuba a través del mar, y al este, con la colonia británica de las Bahamas.
Mientras el Imperio español en América empezaba su declive debido a las guerras napoleónicas, los Estados Unidos iniciaban su expansión territorial por el sur y occidente de sus límites fronterizos de ese entonces, consolidando su adquisición de la Luisiana a Francia. La situación entonces empezó a cambiar en la colonia española de la Florida, un territorio que varias veces había sido disputado anteriormente por Inglaterra (ocupado previamente entre 1763 y 1783), por lo que Madrid comenzó a negociar su entrega a los estadounidenses para que no cayera nuevamente en manos británicas, dado el convulso momento en que las colonias hispanoamericanas buscaban su independencia.
En la Provincia de Guayana, el general Simón Bolívar en medio de la lucha para recuperar la libertad de Venezuela, consideraba que la única forma de detener a los españoles era ocupar las islas de Cuba y Puerto Rico para así acelerar el final de su presencia en el continente. En este orden, Bolívar comisionó en Angostura a uno de sus oficiales, el escocés Gregor MacGregor, para organizar una expedición en territorio norteamericano con la finalidad de ocupar la península de la Florida, cortar el comercio entre Estados Unidos y España, y facilitar la invasión del territorio cubano para hacer fracasar la reconquista española de Venezuela.
MacGregor logra reclutar en Charleston y Savannah unos 150 milicianos en su mayoría veteranos de la guerra anglo-estadounidense de 1812. Entre los expedicionarios se encontraban: Pedro Gual, Juan Germán Roscio, Constante Ferrari, Agustín Codazzi y Lino de Clemente, este último fue designado por Bolívar para representar los intereses de la naciente república ante el gobierno de Washington.
Los Estados Unidos por su parte ambicionaban anexionarse todo el territorio de la Florida colonia española que formaba parte de la Capitanía General de Cuba. Ante este escenario Bolívar, planeó la creación de la república como una estrategia para cortar el paso de barcos que desde los puertos de Boston y La Habana llevaban armamentos y municiones a los realistas en el sur del continente, y liberar en un futuro cercano a Cuba, que estaba también en poder de España. De manera que la Florida se consideraba un objetivo más del expansionismo estadounidense promovido por el presidente James Monroe y una plaza estratégica para la guerra de independencia hispanoamericana para Simón Bolívar. El Libertador escribió:
“El general americano Jackson ha tomado por asalto el fuerte de Pensacola, forzando a los habitantes a retirarse hasta Barrancas, donde últimamente se habían refugiado; de este modo todas las Floridas españolas están en poder de los americanos del Norte”.
Gregor McGregor cumpliendo los designios de Bolívar toma por sorpresa la isla de Amelia el 25 de junio de 1817 e izó la bandera venezolana y la Cruz Verde de la Florida en el Fuerte San Carlos de Fernandina una vez sometida la guarnición española al mando del brigadier Francisco Morales, para hacerlo sede del gobierno de la nueva República de Florida.
Corta vida
Artículo principal: Toma de Amelia Documento de la proclamación de la República de la Florida.
Una vez creada la república, se organizaron las instituciones, se nombraron autoridades y se establecieron plazos a aquellos que no simpatizaban con la independencia para que vendieran sus bienes y abandonaran el territorio. El 1 de julio se proclamó oficialmente la república en Vacapilatca (actual Jacksonville). Al ser notificado de los hechos, Bolívar se sintió complacido de la hazaña apresando en el Orinoco las goletas norteamericanas Tiger y Liberty, que servían de apoyo para el transporte de material bélico a los españoles violando así el bloqueo naval impuesto por él mismo e incautando las mercancías que llevaban a bordo, motivando así la intervención de Estados Unidos.
MacGregor ocupó la isla de Amelia hasta que no consiguió más apoyo de sus mecenas en septiembre de 1817. MacGregor enfiló sus naves a las Bahamas y dejó la isla en manos del corsario francés con patente mexicana Luis Aury, que la declaró parte de la República de México. Aprovechando su experiencia militar, Aury organizó la defensa marina del territorio para cortar las suministros de armas desde La Habana (Cuba) y Charleston (Estados Unidos). Por su parte Pedro Gual, se encargaría de redactar una constitución junto al argentino Vicente Pazos Kanki.
El gobierno del presidente James Monroe, alertado de los hechos en la isla de Amelia, los calificó como una afrenta a sus aspiraciones de anexionarse Florida, denunciando la naciente república bajo el argumento de aplastar la piratería naval internacional y someter a los indios seminolas que hostigaban a los colonos del vecino estado de Georgia. Para agilizar la autorización del congreso el presidente Monroe se valió de incidentes que condujeron a terminar con su existencia, tales como el incendio del buque venezolano Tentativa por haber invadido aguas estadounidenses.
Las operaciones militares hispano-estadounidenses comenzaron el 22 de diciembre cuando el comodoro J. D. Henley y el mayor J. Bankhead le comunicaron a Aury su intención de tomar la isla Amelia. Al día siguiente, Andrew Jackson al mando de tropas provenientes de Galveston (Texas), tomó toda la isla expulsando a la fuerza expedicionaria del Fuerte San Carlos de Fernandina.
Para reforzar la victoria estadounidense y evitar represalias que sirvieran de pretexto a alguna acusación de ilegitimidad, se designó al propio Jackson como gobernador de la Florida mientras se adelantaba la compra del territorio, que legalmente le pertenecía a la Corona española.
Olvidado legado
Moneda emitida en 1817 en la «República de Florida»
Los Estados Unidos, una vez tomada la Florida, pactaron definitivamente con España para la cesión del territorio a través del Tratado de Adams-Onís, firmado el 22 de febrero de 1819. Posteriormente, Florida se convirtió en el estado número 27 de Estados Unidos el 3 de marzo de 1845.
A raíz de la toma de Florida, Estados Unidos intentó infructuosamente la devolución y el pago de una indemnización por el apresamiento de las goletas Tiger y Liberty ordenado por Bolívar por actos de piratería y burlar el bloqueo naval del río Orinoco para entregar armamento a las fuerzas realistas.
El presidente Monroe envió a su delegado John Baptiste Irvine el 12 de julio de 1818 para dialogar en Angostura sobre el asunto, pero fue tratado por Bolívar con desdén —y en venganza por el rechazo que le hizo el gobierno estadounidense hacia Lino de Clemente— argumentando que Estados Unidos violó su neutralidad apoyando a los españoles, reprochando su abandono de los ideales de libertad por los que habían luchado. En su carta del 7 de octubre de 1818 Bolívar muestra su desagrado por la insistencia sin justificación de Irvine:“Quisiera terminar esta nota desentendiéndome del penúltimo párrafo de la de V. S. porque siendo en extremo chocante e injurioso al gobierno de
Venezuela sería preciso para contestarlo usar del mismo lenguaje de V. S. tan contrario a la modestia y decoro con que por mi parte he conducido la cuestión. El pertinaz empeño y acaloramiento de V. S. en sostener lo que no es defendible sino atacando nuestros derechos, me hace extender la vista más allá del objeto a que ceñía nuestra conferencia. Parece que el intento de V. S. es forzarme a que reciproque los insultos: no lo haré; pero sí protesto a V. S. que no permitiré se ultraje ni desprecie al Gobierno y los derechos de Venezuela. Defendiéndolos contra España ha desaparecido una gran parte de nuestra población y el resto que queda ansía por merecer igual suerte. Lo mismo es para Venezuela combatir contra España, que contra el mundo entero, si todo el mundo la ofende”.
Luego de participar como invitado en el Congreso de Angostura (15 de febrero de 1819), Irvine regresó a Estados Unidos; donde calificó a Bolívar como “general charlatán y político truhán”. Acto seguido, el presidente Monroe envió una flota de tres buques de guerra al mando del comodoro Oliver Hazard Perry (héroe de la Batalla del lago Erie), con la finalidad de exigirle al gobierno de la República de Colombia la devolución de los navíos Tiger y Liberty. Sus demandas fueron finalmente satisfechas por el entonces vicepresidente Francisco Antonio Zea, capitulación que fue calificada por Simón Bolívar en Santa Fe de Bogotá, donde había entrado triunfante tras la batalla de Boyacá, como «un acto de humillante debilidad.»
No obstante el comodoro Perry nunca regresaría con sus noticias a Washington pues el 23 de agosto de 1819 falleció de malaria a bordo del USS Adams mientras navegaba en el golfo de Paria rumbo a Trinidad.
El historiador venezolano Vicente Lecuna caracteriza la misión norteamericana como «el primer acto de fuerza de los muchos que han sido víctimas nuestros países, y el primer acto de debilidad de nuestra lamentable diplomacia».
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