Uno de los grandes retos que tenemos como seres humanos, es tener tranquilidad ante las tribulaciones externas o internas que son parte de la vida misma.

La tranquilidad es el equilibrio entre lo fìsico, emocional y espiritual que genera paz y autocontrol. Se puede comparar como un placentero viaje por las nubes, donde puedes flotar completamente relajado, sin preocupaciones, sin sentirte perturbado. No tiene que ver con la pasividad o inactividad relacionada con la holgazanerìa, pereza o irresponsabilidad.

Cuando buscamos la tranquilidad como herramienta de autocontrol, es màs fàcil enfrentar los problemas, porque en vez de caer en preocupaciones, podemos ocuparnos en paz y los resultados se verán reflejados en nuestras acciones.

También la tranquilidad se siente cuando actuamos correctamente, sin causarle daño a otros, cuidando nuestro proceder o estableciendo límites que cuiden nuestra propia integridad, coloquialmente hablando, «Usted puede dormir tranquilo».

Quizas hablar de tranquilidad en este momento que vive el mundo, puede parecer impropio para algunos, sin embargo es una herramienta de vida eficaz para enfrentar lo que vivimos. La tranquilidad no es un estilo de vida, donde solo existe momentos buenos y comodidad, no es así, estar tranquilos es una decisión personal donde debe prevalecer factores como la reflexión, autocontrol, comprensión, aceptación, equilibrio y muchísima FÈ.

Es la paz interior, que puedes sentir aùn en el peor de los escenarios, ùtil para sobrellevar cualquier situación, ayuda a tomar buenas decisiones, sin estrès, ni pensamientos negativos. Cuando sientas que pierdes el control, ¡PARA! un momento y busca la tranquilidad, desesperarte no cambiarà las cosas y no te dejarà pensar adecuadamente, cegando todo razonamiento.

La tranquilidad es una luz que amplia nuestra visión de ver las cosas con una mejor óptica.

Abg. NILMARY BOSCAN MALDONADO