La magia de la geología Nos encontramos en un área de gran actividad sísmica y los movimientos tectónicos hicieron brotar fuentes de aguas termales. Estas aguas arrastran consigo gran cantidad de minerales, sobre todo caliza de creta además de bicarbonato de calcio, que con el paso de los años se han ido depositando hasta dar lugar a
La magia de la geología
Nos encontramos en un área de gran actividad sísmica y los movimientos tectónicos hicieron brotar fuentes de aguas termales. Estas aguas arrastran consigo gran cantidad de minerales, sobre todo caliza de creta además de bicarbonato de calcio, que con el paso de los años se han ido depositando hasta dar lugar a estas formaciones de piedra caliza y travertino. El agua surge en la parte alta de la colina y baja repartiendo los minerales, capa a capa y con paciencia, creando cascadas en forma de terrazas a lo largo de toda la ladera, incluso con estalactitas entre ellas.
Semejante espectáculo se convirtió en un potente reclamo turístico durante las últimas décadas del siglo XX y eso le pasó factura. Se construyeron hoteles en su zona alta, se utilizó el agua termal para llenar sus piscinas, se construyó una carretera asfaltada, se vertieron aguas residuales, se pisaba sin control el travertino… En definitiva, un sinfín de desgracias que casi acaba con Pamukkale para siempre. La UNESCO tomó cartas en el asunto y alarmó sobre su destrucción. Se derribaron los hoteles, se cubrió la carretera con piscinas artificiales y se procedió a su conservación. Eso le permitió a Pamukkale junto al vecino yacimiento romano de Hierápolis ser declarado Patrimonio de la Humanidad en 1988.
Descalzos por el travertino
Si viajas a Turquía y vas más allá de las espectaculares mezquitas de Estambul ten claro que Pamukkale bien se merece una visita. No es fácil llegar, lo más cómodo es volar hasta Denizli, al oeste de Turquía, pero ten en cuenta que está un poco en medio de la nada y que tendrás que poner de tu parte.
Puedes alojarte en la misma ciudad de Pamukkale, situada al pie del “castillo de algodón”, y desde ahí acceder al recinto. Aunque existe una carretera trasera por la que puedes subir en coche o en autobús te recomendamos hacerlo a pie. Al poco de atravesar la entrada comienza el travertino y deberás descalzarte para no dañarlo, esas son las normas. Es rugoso y no resbala en absoluto, puedes caminar con toda tranquilidad. Sobre la superficie corre una fina capa de agua y no debes pisar fuera de las zonas indicadas, como por ejemplo en las piscinas naturales.
En las piscinas artificiales ubicadas en terrazas a lo largo de la subida está permitido el baño, el agua ronda los 35º C y verás que en temporada alta y hora punta los turistas no son pocos precisamente, por lo que te recomendamos evitar las horas de mayor afluencia y, si puedes, esperar arriba hasta el atardecer, la puesta de sol que te regala Pamukkale reflejada en la blanca superficie de su travertino es de esas que no se olvidan jamás.
Hierápolis, porque los romanos no tenían un pelo de tontos
En la parte superior de la colina se encuentran las ruinas de la ciudad romana de Hierápolis y están dentro del mismo recinto, por lo que no es necesario adquirir una nueva entrada para visitarlas. Si te gusta la arqueología verás que Hierápolis ya justifica el haber venido hasta aquí, independientemente de las formaciones de travertino de Pamukkale el diario es
¿Qué podría ser mejor que bañarte en aguas color turquesa en el corazón de paisajes idílicos? Piscinas naturales ocultas o protegidas por la naturaleza que te impresionaran en estas fotografías de las piscinas naturales más bellas del mundo. Y tú, ¿cuál prefieres?
Los cenotes son estanques naturales de agua dulce que son abastecidos por ríos subterráneos. En la imagen el cenote Xkeken en Yucatán, México, destaca pos su iluminación.
Foto: Yucatán Gobierno
Las termas naturales de Hveravellir en Islandia, son unas cuencas nórdicas de agua únicas que las convierte en una de las piscinas naturales más bellas del mundo.
Foto: Ismet11
Las piscinas naturales de Turquía, Pamukkale («castillo de algodón» en turco). Es un sitio natural y turístico formado por fuentes de toba, esta peculiaridad de la naturaleza está considerara Patrimonio de la Humanidad.
Situada en la región de Puglia, en la costa del Adriático en Italia, se encuentra la cueva de la Poesía. Cuenta la leyenda que una princesa siempre se baña en estas aguas para inspirar a poetas y artistas de la época actual.
La piscina natural de Kuang Si Falls en Laos es probablemente uno de los mejores lugares en el mundo con piscinas naturales en varios niveles.
La piscina natural de Madagascar en el Parque Nacional de Isalo, es una piscina de piedra rodeada de vegetación.
Las Grietas forman parte de las maravillas naturales de las islas Galápagos, Ecuador. En el lago, situado entre dos acantilados a los que hay que llegar en barco y a pie, se mezcla agua salada y dulce.
La Maceta son unas piscinas naturales situadas en un pueblo que lleva su mismo nombre del municipio de La Frontera, en la isla de El Hierro de las Islas Canarias.
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