Con el comienzo de la nueva década, la ‘familia’ del agua en Europa afronta nuevos desafíos, sin olvidar el camino recorrido hasta ahora. 5 voces autorizadas en la materia comparten perspectivas al respecto La Federación Ambientalista Internacional le hace entrega de un Certificado al Equipo de iAgua Magazine 25, por su valiosa Gestión sobre los
Con el comienzo de la nueva década, la ‘familia’ del agua en Europa afronta nuevos desafíos, sin olvidar el camino recorrido hasta ahora. 5 voces autorizadas en la materia comparten perspectivas al respecto
La Federación Ambientalista Internacional le hace entrega de un Certificado al Equipo de iAgua Magazine 25, por su valiosa Gestión sobre los acontecimientos del Agua en Europa, dándole la importancia al vital liquido para el desarrollo de la vida en nuestro planeta, felicitaciones a todos los exponentes y al todos el Equipo de Hombres y Mujeres de iAgua Magazin 25
a configuración de la Unión Europea ha sido sinónimo de buenas (y en ocasiones menos buenas) noticias para España desde prácticamente su nacimiento. En líneas generales, el sector del agua también se ha visto beneficiado por esta forma de gestión. Sin embargo, también ha sido escenario de desigualdades: las diferencias geográficas, y, sobre todo, climatológicas, han hecho que nuestro país tenga que hacer algunos esfuerzos adicionales para estar al nivel de los vecinos europeos.
En parte, esta presión desde las instituciones comunitarias ha hecho de la industria hídrica española sea un referente a nivel mundial. Y, aun así, quedan retos por resolver en todos los ámbitos en los que el recurso está implicado: recientemente, por ejemplo, la Comisión Europea ha avisado (una vez más) sobre la falta de tratamiento de aguas en 145 aglomeraciones españolas.
Con esta perspectiva presente, charlamos en el espacio habitual de Roca Madrid Gallery con cinco expertos que aportan su visión sobre lo que es, debería ser y será la gestión del agua en Europa. Ellos son Mariano Blanco, director de Estudios Internacional de Aqualia y miembro del Comité Ejecutivo de Eureau; Jorge Malfeito, director de I+D+i del Área de agua de ACCIONA y miembro del Comité de Dirección de Water Europe y del Comité de Dirección de la European Desalination Society; Elena Maneiro Franco, responsable de Financiación del Crecimiento y Desarrollo de Negocio en, entre otras, Triple Helix, Wireless Innovative MMIC (WIMMIC) y bound4blue, y asesora externa de la Comisión Europea; Beatriz Mayor, investigadora senior en iCatalist; y Guido Schmidt, Senior Policy Expert en Fresh-Thoughts Consulting GmbH.
han planteado ejecutar la gestión del agua en Europa especialmente para España presentando sus proyectos con mucha relevancias siempre apuntando con la tecnologías más avanzada para satisfacer la exigencias creciente del recurso que cada vez la demanda es mayor, aplicando la excelencia en su gestión para resolver la situación de la escasez del vital liquido, el agua cada día es mayor su ausencia, y realmente ustedes le han dado la importancia que se merece dando un paso adelante a los cambios climáticos.
Directiva Marco del Agua: la madre
Comenzamos hablando de la norma en mayúsculas: la Directiva Marco del Agua. “Es uno de los grandes éxitos europeos”, afirma Guido Schmidt. “Es un salto importante para una sociedad más resiliente frente al cambio climático. Sin embargo” continúa “su implementación tiene más sombras que luces”. “Estoy de acuerdo”, expresa Mariano Blanco; “Hay dos asuntos que han fallado en la implementación: el primero es que, debido a la cantidad de stakeholders que participan, ha habido conflicto de intereses y no ha podido gestionarse todo lo rápido que se debería; el segundo es el famoso artículo 9 sobre la cobertura de costes, donde la directiva no ha sido taxativa”. A pesar de ello, cree que sí ha habido avances en este sentido: “Hay metodologías, como la de las ‘3T’ de la OCDE (Taxes, Tariffs and Transfers) que ayudan a interpretar ese artículo”. Y recuerda que “a partir de 2025 hay que hacer hincapié en solucionar la cobertura de costes”. “Sí”, prosigue Guido Schmidt, “porque nadie se ha atrevido a tocar el tema, y sin ello no se va a hacer una buena gestión del agua en Europa a largo plazo”.
Otra asignatura pendiente que ve Beatriz Mayor son “los caudales ecológicos. No hay metodologías claras de cómo se deben calcular; cada confederación tiene su manera de hacerlo”. “Falta un debate de qué queremos hacer con ello como sociedad, y como país o como Europa”, asevera Guido Schmidt. “Una visión a largo plazo. En Alemania y Holanda tienen un debate más abierto y estratégico sobre los caudales ecológicos. No tiene que ser lo mismo para todo”.
Además, “cada país tiene una condición climática diferente, y eso hace que sea imposible unificar el criterio”, según Mariano Blanco. A lo que hay que unir “el principio de subsidiaridad, por el cual cada país tiene derecho a decidir. Eso acentúa las diferencias”. Guido Schmidt lo considera positivo, ya que lo contrario “sería inabordable; fallarían más de la mitad de las aplicaciones. Ese principio da lugar a probar cosas diferentes”. A ello se suma que “las diferencias están disminuyendo por el cambio climático”, manifiesta Beatriz Mayor. Según ella, es necesario “el intercambio de conocimiento y de técnicas, no solo infraestructuras, para abordar esas situaciones”.
No todo son críticas para la gran norma europea sobre agua: “La Directiva fue un cambio de paradigma en la gestión del agua en España”, retoma Mariano Blanco. “Una de las cosas más importantes es el enfoque medioambiental de la gestión de los recursos. Ya no se trata de política de oferta y de demanda, sino de protección del medioambiente y garantizar la sostenibilidad”. “También introduce el concepto de gestión de cuencas”, añade Jorge Malfeito, “que, desde el punto de vista de España, es relativamente claro. En Europa, la gestión de la cuenca como unidad, junto a la gestión del recurso y los caudales mínimos, fueron las grandes novedades y retos de la Directiva”. Además, según Elena Maneiro Franco, “la Comisión Europea fomenta una mayor colaboración entre los países que comparten cuencas”.
Tratamiento de las aguas residuales: el hijo rebelde
Seguimos con las normas. En materia de tratamiento de aguas residuales, estamos bastante atrás. “Desgraciadamente, la solución pasa por la inversión, y eso implica mayor cobertura de costes, y eso es gran parte del origen del problema”, asegura Mariano Blanco. “Esa es la razón fundamental”, confirma Guido Schmidt. “La otra es que las multas europeas llegan para el siguiente gobierno, si llegan, y se deja correr el tiempo sin actuar”, sugiere sin mencionar específicamente el caso español.
Elena Maneiro Franco recuerda los números: “Hay algo más de 500 municipios de más de 2.000 habitantes equivalentes que todavía no tratan sus aguas residuales adecuadamente”. Y comenta que serían necesarias “soluciones que fuesen más sencillas y más fáciles de implementar”. Y ahí es donde entran en juego “las innovaciones que puedan incorporar empresas de reciente creación (las denominadas ‘startups’), que tienen soluciones muy rompedoras”. Beatriz Mayor es igualmente positiva: “La Confederación Hidrográfica del Duero ha desarrollado un programa de tratamiento de aguas para pequeños municipios con infraestructuras relativamente básicas, no costosas, incluyendo tratamientos tipo humedales artificiales”. E indica que “puede haber vías cuando no se encorseta demasiado. Es necesario que esas experiencias se trasladen”. “Sería importante que los pliegos que se hagan sean abiertos a estas soluciones”, sugiere Guido Schmidt. “Tienes razón”, corrobora Jorge Malfeito. “En España, y en general en la industria del tratamiento del agua, las nuevas soluciones se encuentran con el freno de que no se contemplan. Hay que tener pilotos y referencias para poder introducir, aunque sea como variante, nuevas tecnologías”. Y se explica: “Las administraciones están más cómodas con tecnologías probadas, que saben que no van a dar problemas”. Por suerte, “algunas administraciones en España tienden a ser un poco más innovadoras e incorporar nuevas tecnologías”. Elena Maneiro Franco le responde: “Quizás es una cuestión de comunicación: no es tanto que estén en contra de la innovación, sino que no están familiarizadas con ello. Hay una labor pendiente del sector de tener una comunicación más cercana y de transmitir a las administraciones públicas los nuevos desarrollos como una oportunidad”. Y, por supuesto, “estar abiertos a no priorizar tanto la oferta económica”. Lamentablemente, “ir a contracorriente de unos pliegos es muy difícil”, remata Guido Schmidt.
Agua potable: la buena hija
Tras este escenario algo desesperanzador, hablamos de la tercera en discordia: la Directiva referente al agua potable. “Las tasas de cumplimiento son muy altas”, aborda Mariano Blanco. “En Europa, comparado con otras partes del mundo, tenemos muy buena calidad del recurso. Los avances actuales están relacionados con la gestión de los llamados microcontaminantes. El debate está en si hay que ser más exigentes con esos parámetros o dejarlos como están”. “¿Qué va a pasar ahí con las farmacéuticas y microplásticos?”, se pregunta Guido Schmidt. “Van a ser el gran reto”. “De hecho”, le responde Jorge Malfeito, “en el nuevo programa que va a sustituir a Horizonte 2020, los contaminantes emergentes y los microplásticos estarán muy presentes. No solo desde el punto de vista de la detección, sino de la vigilancia de las cuencas y de los contenidos de estos contaminantes en las diferentes procedencias del agua”.
Otra línea prometedora en este ámbito es “el concepto de proteger las fuentes”, menciona Beatriz Mayor. “Hay casos en los que las propias empresas de agua han invertido en medidas de protección de los manantiales, de la cuenca alta, mediante reforestación o incentivos a agricultores para reducir los inputs que utilizan en el campo. Eso es porque han hecho los números y se reducen muchísimo los costes de potabilización”. “Y como el principio de quien contamina paga no funciona”, interrumpe Guido Schmidt, “hay que explorar esta vía”.
Mariano Blanco comparte la posición de la asociación de la que forma parte: “En EurEau creemos que una de las estrategias importantes es el control de la contaminación en origen y, a partir de ahí, penalizar a quien contamina, pero sin perder de vista el origen. Hay que analizar el diseño de los procesos, que es el verdadero causante de la contaminación y donde debe actuarse de manera prioritaria”.
La innovación: el hermano callado
En este punto, sale a relucir en la conversación la tan necesaria innovación, siempre importante, pero a menudo secundaria. ¿De qué se habla en Europa? “La lista es larga, siempre con el objetivo de conseguir mayores eficiencias con el menor coste y con el menor daño a la naturaleza”, refiere Mariano Blanco. “Y nada fácil”, completa Guido Schmidt. Elena Maneiro Franco detalla que “desde hace años, está muy enfocada al binomio agua-energía y a la eliminación de contaminantes emergentes”. Otro tema importante, según Jorge Malfeito, sería “lo relacionado con la economía circular: la retención de recursos que van en el agua y pueden ser valorizados. Y la digitalización: smart city, sensorización, big data… Todo esto puede dar lugar a importantes ahorros en la gestión del agua, por una parte, y por otra, ayudarnos a obtener información muy útil para desarrollar y optimizar la gestión”. Y vuelve a “los microplásticos, ya no solo desde el punto de la contaminación, sino de prevención y cuantificación dentro de las masas de agua”.
Beatriz Mayor suma “las soluciones basadas en la naturaleza: el aprovechamiento de ecosistemas que proporcionan un servicio equivalente al de una tecnología para determinadas cosas”. Guido Schmidt argumenta que “un informe de la Corte Europea de Auditores dijo que esas soluciones no se estaban utilizando en las situaciones donde se podrían haber aplicado con menor coste para el erario público”. “Sí”, prosigue Beatriz Mayor, “se está intentando pasar a la implementación. La UE y otros organismos internacionales como The Nature Conservancy están trabajando para dar difusión a los ejemplos exitosos para que sirvan de referencia”.
Un punto que sirve para concluir es el aporte de Guido Schmidt: “Hace falta innovación también en gobernanza. Cuesta, porque si ya hay un sistema establecido con sus stakeholders, ¿para qué invertir en configurar y pulir un nuevo sistema?”.
Remunicipalización: el hermano escéptico
Hablando de gobernanza, es inevitable que surja la cuestión de los movimientos remunicipalizadores, que hace unos años tuvieron su momento cumbre con la iniciativa Right2Water. Mariano Blanco lo plantea en dos preguntas: “¿Cómo ha influido en la política europea? Y ¿cómo ha influido en el día al día de los servicios de agua?”. Así, “la influencia ha sido menor de la prevista. Sí que ha habido casos como los de Berlín, París, alguno en España… Pero en esta batalla ideológica y política, ha ganado el concepto de eficiencia”. Y matiza que “a nivel de política macro, el debate ha servido para fijar ideas acerca del derecho humano al agua y de la dotación mínima asequible por ciudadano, que por otra parte en España ya se respetaba mediante la tarifa progresiva con tramos de precio usada desde hace décadas”. Otro punto positivo ha sido “poner sobre la mesa que el agua es un bien público y de primera necesidad, y que hay que garantizar accesibilidad y capacidad de pago al mismo”.
“Estoy de acuerdo”, manifiesta Jorge Malfeito. “Estos movimientos han puesto el foco en el derecho al acceso a un agua de calidad, que está muy en consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en concreto el 6”. Y concuerda con su compañero de debate: “En cuanto a la gestión, partimos de la base de que todos los activos son públicos. El hecho de que la gestión sea pública o privada no debería influir en este derecho”. El aludido, Mariano Blanco, asiente: “Hay quien ha manipulado el mensaje. Algunos intentaron con el movimiento Right2Water demostrar que hay una correlación entre gestión privada y mayor precio: eso no es cierto. Tampoco es cierto que la calidad de los recursos sea mayor o menor dependiendo de un tipo de gestión u otra. Afortunadamente, solo es una derivada intencionada del movimiento, que no tiene más recorrido; hemos de quedarnos con el mensaje positivo”.
El cambio climático: un familiar lejano…
Aunque no hemos hablado específicamente de ello, la crisis climática ha llegado para cambiarlo todo. La gestión del agua es una de las mayores afectadas. ¿Cómo lo está “sufriendo” el continente? “Va impactar en todo el mundo”, reflexiona Jorge Malfeito. En Europa, “las precipitaciones y los períodos de sequía se están alargando tanto en el sur como en el norte. Aunque quizás en el sur pudiéramos estar algo más preparados para hacer frente a la escasez por el desarrollo de la reutilización y la desalinización”. Por otro lado, menta que “hay períodos de lluvia torrenciales en el sur que no se habían visto desde hacía mucho. Eso hace que la gestión tenga que cambiar y, en ese sentido, queda mucho por hacer”.
“Va a ser como el cuento de la cigarra y la hormiga”, advierte divertido Guido Schmidt.“Habrá sitios en los que se previene cambiando los sistemas de abastecimiento, diversificando las fuentes, mejorando la infiltración de las lluvias torrenciales… y sitios que no hagan nada, y cuando pasen cosas como lo del Mar Menor, dirán que ha sido la naturaleza y que era impredecible”.
Beatriz Mayor apostilla: “Hay regiones que se han enfrentado a los problemas de diferente manera. La zona mediterránea a sequías, la zona norte a inundaciones”. Lo importante para ella es “aprovechar el conocimiento generado para aplicarlo en otros lados”. Y hace mención a una de las zonas más olvidadas: “En el este de Europa, tienen mayor vulnerabilidad porque las instituciones son menos fuertes y hay menor capacidad de inversión”.
La aportación de Mariano Blanco se basa en un estudio de posibles impactos a futuro analizados en EurEau: “La propia subida de la temperatura acelera los procesos en las masas de agua. Está cambiando el agua en origen y su composición”. Por otra parte, “tanto el aumento de temperatura del aire como del suelo añaden una mayor temperatura al agua de distribución. Estamos distribuyendo agua con una temperatura ligeramente más elevada, lo que favorece la proliferación de patógenos en el agua”. Aclara que este efecto “está por concretar”. En relación al saneamiento, “las altas temperaturas favorecen el tratamiento biológico, pero también incrementan la demanda de aireación en los procesos. Con lo cual, el efecto es de balance energético. Y en el alcantarillado, hace que pueda aumentar la generación de sulfuro de hidrógeno”.
Para cerrar, el mar. Jorge Malfeito alega que “el cambio climático va a ocasionar importantes impactos en las ciudades costeras, tanto por el incremento de temperatura del mar como del aumento en su nivel”. Y Guido Schmidt avisa: “Me preocupan los sistemas de agua urbanos diseñados para el nivel de agua que hay ahora, y los costes de adaptación”.
Europa, tendrá lugar el miércoles 18 de diciembre en Roca Madrid Gallery (Calle José Abascal 57, Madrid), donde se analizarán los retos de la gestión del agua en Europa y mostrará los proyectos más relevantes y las tecnologías más punteras que se están empleando para abastecer una demanda creciente de un recurso sobre el que cada vez recae mayor presión.
Uno de los invitados que formará parte del amplio panel de expertos en la temática es Mariano Blanco, miembro de la Junta Directiva de Eureau y director de Estudios Internacional de Aqualia, que participará con una intervención sobre la gestión de los servicios del agua en Europa.
Mariano Blanco es ingeniero industrial por la Universidad de Sevilla, además de poseer un MBA por el Instituto Internacional San Telmo, un doctorado en Economía Aplicada por la Universidad de Cádiz, una diplomatura en Finanzas Corporativas por la EOI y un máster en modelización mecánica de estructuras. Tras trabajar como consultor de negocio en Accenture y su paso por Aguas de Cádiz, comenzó a trabajar en Aqualia: como Jefe regional de gestión de clientes (1997-1999), director nacional de gestión de clientes (2000-2005), director internacional de gestión de clientes (2006-2015) y director de Estudios Internacional de Aqualia, puesto que ocupa en la actualidad.
Además, pertenece al Comité de Gestión de Clientes de AEAS (Miembro 1995-1997, Secretario 1998-2001, Presidente 2002-2016) y es el representante oficial en EurEau, además de miembro de la Junta Directiva de la organización desde 2010.. FUENTE iAgua Magazine 25:
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