En ocasiones el desánimo puede tocar tu puerta, te sientes agotado y sin fuerzas, piensas en tirar la toalla, pero no te preocupes, a veces es normal sentirse así. Lo importante es no hundirse en ese oscuro hueco y buscar la forma de salir de él y la mejor herramienta la tienes tú, ¡asi es! tu tienes la soga para salir de ese hoyo y cantar Victoria.
Cuando te sientas cansado de todo, simplemente, toma pausa para oxigenarte, busca espacios para la tranquilidad, reflexiona, respira y renueva tus energías, es cuestión de decisión.
Tener un encuentro sincero con Dios mediante la oración te sacará del desánimo, te otorga fortaleza y confianza para avanzar. Es entendible que los problemas en ocasiones parecen interminables y te sientas como un guerrero librando batalla tras batalla, pero de eso se trata la vida, porque detrás de cada dificultad, de cada tristeza ó de cada problema hay enseñanza y aprendizaje, sencillamente si entiendes la moraleja haz ganado.
Alimenta tu fuerza interna todos los días y nunca desmayes. Cuando caigas, recuerda que hay millones de razones para levantarte. No te quedes en el conformismo del desánimo.
Si necesitas pausa, tóma el tiempo necesario para revitalizarte, pero nunca dejes de avanzar. La vida es dinámica, el mundo se mueve constantemente, así que no puedes quedarte estancado en los problemas, todo pasa incluso lo peor! Ante todo Fé en Dios, confianza, calma y Fuerza.
Abog. Nilmary Boscàn Maldonado.