En estos momentos de pandemia y de resguardo para cuidar nuestra salud, es importante proteger nuestra salud emocional y espiritual. Nuestros pensamientos, emociones, fortaleza interna y espiritualidad deben estar en buen orden, alineados con la salud física, para tener calidad de vida y bienestar.

Ahora tenemos mucho tiempo, para sanear nuestra vida de lo que nos daña, así como cuando limpiamos nuestro closeth, sacamos la suciedad y botamos lo que no sirve, de igual forma lo podemos hacer, sacando de nuestra mente los malos pensamientos de miedo o frustración, controlando la rabia, anulando el rencor, apartando a las personas negativas, dañinas y tóxicas, «sacudiendo» todo lo malo y dando entrada a lo bueno.

Son momentos para estar con uno mismo, nutrirse de la FE, meditar, «bombardearse» de bonitos pensamientos, dedicar tiempo para reflexionar y transformar esas àreas de nuestra personalidad que no son buenas.

Es buen momento, para animar a otros que se sienten abatidos, usando el poder de la palabra, mediante una llamada o mensaje motivador, de esos que levantan el ánimo. No se trata de vivir fuera de la realidad que vivimos, es vivirla con la mejor disposición. Tu actitud define tu bienestar, si vives aferrado a la catàstrofe y te atas a la negatividad todo serà devastador. Pero si tu actitud es positiva todo serà mejor, hasta puedes ver nuevas oportunidades en la adversidad.
El escenario es el mismo, pero la forma de vivirlo lo decides tù.
Para lograr ese bienestar hay que limpiar y depurar nuestro «closeth interno» sacando todo lo malo y dejando lo bueno. Es amor propio y salud.

Sanar es bueno.
Por: Abog. Nilmary Boscán Maldonado.