En tiempos de crisis, como los que estamos viviendo actualmente, la solidaridad es de suma importancia para ayudar a las personas mas necesitadas, en lo material y espiritual.
La solidaridad es la manifestación pura del amor y la consideración hacia las necesidades del prójimo. Es la empatía que permite «ponerme en los zapatos del otro» y desde esa elevación de consciencia poder entender y sentir su necesidad.

Es hacernos responsables del otro, sin llevar sus cargas pero si aligerándolas.
Ser solidarios no representa regalar lo que nos sobra o lo que no nos sirve, porque cuando damos debemos ser respetuosos.
La solidaridad es un acto misericordioso, no altivo, sin propagandas y desinteresado, simplemente es una muestra de nuestra hermandad hacia quien lo necesita. Hay muchas formas de ayudar y màs en estos tiempos de pandemia donde hay tantas necesidades. Ser solidarios nos llena de una profunda satisfaccion personal al tener el gran privilegio de sostener a alguien que lo necesite.

Observa tu situación actual y comparala con otros, lo màs probable es que tengas mejores condiciones de vida y eso te permite poder ayudar al mas desfavorecido.
Por allí hay personas de mal proceder que aprovechan estas situaciones para sacar provecho económico de la tragedia de otros, por ejemplo, revendiendo medicinas, acaparando y especulando con los precios de los alimentos, en fin, no vas a regalar lo que vendes pero si ser justo y màs en estos tiempos de crisis. La vida regresa lo malo o bueno que haces.

Otra forma de ser solidarios es llevar un mensaje positivo y esperanzador entre tanta tragedia, un buen consejo, una palabra de aliento o quizas una sonrisa, puede ser un gran regalo para alguien que la estè pasando mal, quizas le inyecte esas energías que necesita para seguir.
La solidaridad debe ser un acto genuino lleno de amor, sin propagandas ni aplausos. Tampoco necesitas ser millonario para ayudar, porque cualquier gesto de compartir vale oro.