Y si la perspectiva de las colosales emisiones de carbono no es lo suficientemente aterradora como para preocuparse, hay que pensar en el peligro que podría venir de los cielos. Hay al menos un asteroide que parece estar de camino a la Tierra y, si entra en nuestra atmósfera, podría significar el fin de la
Y si la perspectiva de las colosales emisiones de carbono no es lo suficientemente aterradora como para preocuparse, hay que pensar en el peligro que podría venir de los cielos.
Hay al menos un asteroide que parece estar de camino a la Tierra y, si entra en nuestra atmósfera, podría significar el fin de la humanidad. Por suerte, la NASA tiene un plan para salvar a las generaciones futuras…
Un objeto amenazador
En las profundidades del espacio exterior, un asteroide con forma de diamante se precipita hacia la Tierra. Si los dos cuerpos colisionan, la roca espacial -conocida como Bennu- es lo suficientemente grande como para extinguir la vida en nuestro planeta.
Pero el asteroide no está solo. No, una sonda de la NASA lleva años persiguiendo a la enorme roca espacial. Y una vez alcanzado el colosal asteroide, la nave se está preparando para aterrizar en su superficie rocosa. Es una maniobra de alto riesgo que exige una precisión absoluta, pero podría ayudar a garantizar la seguridad de la humanidad.
La historia
Hace aproximadamente 66 millones de años, un gran asteroide chocó contra la Tierra cerca de la península de Yucatán, en México. Esto desencadenó un cataclismo: un evento de extinción que provocó la pérdida de tres cuartas partes de la biodiversidad del planeta, incluidos los dinosaurios.
Pero el impacto transformó el entorno en uno que permitió al Homo sapiens evolucionar y prosperar. Sin embargo, una colisión de asteroides similar en la actualidad significaría el fin de la civilización humana tal y como la conocemos.
En constante riesgo
Desde hace décadas, los científicos saben que la Tierra se enfrenta al riesgo de una gran colisión de asteroides. De hecho, es más que un riesgo, ya que las probabilidades de que se produzca un choque de este tipo son seguras al cien por cien; es simplemente una cuestión de cuándo.
Y varias películas de Hollywood ya han imaginado el apocalipsis de los asteroides: el éxito de taquilla de 1998, Armageddon, por ejemplo. Pero mientras Armageddon es una aventura de ciencia ficción ligera protagonizada por Bruce Willis y Ben Affleck, la amenaza de Bennu es real.
Su origen
¿De dónde viene esta roca espacial potencialmente devastadora? Se cree que los asteroides se forjaron en el mismo crisol de alta energía que dio origen a nuestro sistema solar. Estos cuerpos rocosos varían en tamaño desde pequeños guijarros hasta enormes trozos de piedra que miden cientos de kilómetros.
Su creación -junto con la del Sol, los planetas y las lunas- se produjo hace aproximadamente 4.600 millones de años, cuando una enorme nube molecular que contenía polvo y gas colapsó sobre sí misma.
pequeñas amenazas
Ahora, pequeños trozos de asteroides y otras rocas espaciales caen a veces sobre la Tierra. Y aunque la mayoría de estos cuerpos se queman en la atmósfera como «estrellas fugaces», ocasionalmente -unas diez veces al año- un pequeño trozo de roca llega a la superficie.
Conocidos como meteoritos, estos fragmentos rocosos suelen dejar un pequeño cráter de impacto. Pero a menos que se tenga la desgracia cósmica de ser golpeado por una de estas rocas espaciales que caen, no suponen una amenaza seria para la vida humana.
El tamaño importa
Sin embargo, un asteroide del tamaño de Bennu es otro asunto. El impacto de una roca espacial tan grande desataría una energía cinética equivalente a decenas de miles de bombas atómicas.
Y las subsiguientes ondas de choque provocarían terremotos y tsunamis. Mientras tanto, la nube de polvo resultante probablemente enfriaría el planeta durante cientos de años, devastando así la ecología de la Tierra. Por Manoella https://greedyfinance.com/index.php/es
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