En Venezuela la subsidencia se presenta en la Costa Oriental del Lago, específicamente en el municipio Lagunillas del estado Zulia, cuna de los campos petroleros. Actualmente el hundimiento por subsidencia en esta zona, enciende las alarmas pues este es calculado a 8.7 metros el muro de contención ya está por debajo del nivel del Lago
En Venezuela la subsidencia se presenta en la Costa Oriental del Lago, específicamente en el municipio Lagunillas del estado Zulia, cuna de los campos petroleros. Actualmente el hundimiento por subsidencia en esta zona, enciende las alarmas pues este es calculado a 8.7 metros el muro de contención ya está por debajo del nivel del Lago de Maracaibo.
La extracción del petróleo les ha costado un alto precio a los habitantes de Lagunillas, pues miles de familias están en riesgo de que un día la superficie se desplome y estos queden sumergidos en las aguas del Lago de Maracaibo debido a la actual licuefacción de los yacimientos vacíos. La única medida de prevención es abandonar el lugar a través de la reubicación, pero no todos cuentan con los recursos suficientes para adquirir un inmueble lejos del peligro.
Las familias del sector Campo Alegría, perteneciente a los campos petroleros de Lagunillas, la realidad empeora cada día que pasa, pues las paredes de sus casas se agrietan, los pisos se hunden, las vías se abre en cientos de partes. el Caco central de Ciudad Ojeda los colectores se quiebran causando un hundimiento de las principales vías
La geología, se describe el fenómeno de la subsidencia como el asentamiento descendente, gradual y progresivo de la superficie del terreno en ausencia de movimientos horizontales. Por expresarlo de una manera sencilla podríamos referirnos al proceso, y sin tener en cuenta su magnitud o el área afectada por el mismo, como el hundimiento paulatino y colapso del suelo.
la alerta este presente en todo el planeta
Entre las causas naturales del hundimiento del terreno encontramos el deshielo del permafrost, fenómenos kársticos como la disolución de suelos calizos, la oxidación de suelos orgánicos o el hundimiento de las calderas o las galerías de lava de un volcán, entre otras. No menos importantes son las causas de origen humano entre las que podríamos citar la extracción de aguas subterráneas, petróleo o gas natural, la minería, o las grandes excavaciones y voladuras.
Para el año 2040, aproximadamente el 19% de la población mundial podría verse afectada por el hundimiento de tierras
Puede parecer una cuestión de poca importancia, no obstante los fenómenos de subsidencia son una preocupación mundial para geólogos, ingenieros, topógrafos, planificadores urbanos o propietarios de tierras de todo el mundo. De hecho, de un nuevo estudio liderado por Gerardo Herrera García, experto en el Área de Riesgos Geológicos del Departamento de Investigación y Prospectiva Geocientífica del Instituto Geológico y Minero de España -IGME-, se desprende que para el año 2040, aproximadamente el 19% de la población mundial, lo que representa un 21% del PIB a nivel global, podría verse afectada por el hundimiento de tierras. Los resultados del estudio, los cuales se presentan esta semana en un articulo titulado «Global threats of land subsidence due to groundwater depletion» que se recoge en la revista Science: «representan un primer paso clave hacia la formulación de políticas efectivas, ausentes en la mayoría de los países del mundo, respecto al problema del hundimiento de tierras», explican sus autores.
Para llevar a cabo su estudio, el equipo dirigido por Herrera García realizó una revisión de la literatura científica a gran escala que reveló que, durante el siglo pasado, se produjeron hasta 200 hundimientos por subsidencia en 34 países diferentes motivados por el agotamiento de las aguas subterráneas.
Varios ejemplos conocidos de subsidencia se representan en la ciudad italiana de Venecia, cuyo hundimiento a causa de la extracción de agua subterránea, se viene acentuado desde los años 40 del siglo pasado o en la Ciudad de México, que debido a estar planificada sobre terrenos arcillosos se ha hundido en algunas localizaciones hasta 8 metros en los últimos 250 años. Otro ejemplo, menos conocido quizá, podemos hallarlo en la ciudad de Berenizkí, en Rusia, la cual hoy, debido a la cercanía y sobreexplotación de una mina de sal, está sembrada de numerosos sumideros que tras ser colmados por el agua de lluvia, hoy adoptan la forma de decenas de lagos en los que, literalmente, se hunde la ciudad.
Y es que el caso de Berenizkí, ciudad que sus habitantes se han visto en la obligación de abandonar, podría encarnar a la perfección el problema al que se enfrentarán durante las próximas décadas millones de personas en todo el mundo.
En los años venideros, según explican los autores, probablemente aumentará la ocurrencia de hundimientos de tierras, así como los daños e impactos asociados a estos fenómenos. Es por ello que, según abogan los investigadores, resultan cada vez más necesarias políticas que implementen modelos de subsidencia en áreas expuestas, así como el monitoreo constante de zonas de alto riesgo y la evaluación, tanto de los daños, como de contramedidas rentables que pudiesen ayudar a reducir los impactos de la subsidencia en los lugares susceptibles de verse más afectados, es decir: áreas con mayor densidad de población, alta demanda de agua subterránea y zonas irrigadas que sufren de estrés hídrico.MÁS INFORMACIÓN¿RECONOCES ESTAS MARAVILLAS GEOLÓGICAS?
Para informar de tales políticas, los autores desarrollaron un modelo combinando análisis espaciales y estadísticos que identifican la susceptibilidad al hundimiento de un área en función de factores como las inundaciones y el agotamiento de aguas subterráneas causado por actividades humanas. La comparación de su modelo con otros conjuntos de datos de validación independientes reveló que, con un 94% de eficacia, dicho modelo era capaz de discriminar entre las zonas potencialmente afectadas por futuros eventos de subsidencia y las que no, las cuales pueden consultarse en el primer mapa mundial de peligrosidad por la subsidencia del terreno, resultado del trabajo del equipo.
También, de modo particular, que la frecuencia cada vez mayor de estos eventos podría afectar a cerca de 635 millones de personas en los próximos 20 años, sobre todo en el continente asiático. Y si bien el modelo no consideró las medidas de mitigación ya existentes, lo que podría resultar en una sobreestimación de la exposición al hundimiento, sus resultados representan un importante paso adelante hacia el desarrollo de políticas efectivas ante este problema creciente.
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