Las realidades a veces no son como las pintan. Lograr visualizar el bosque y no un solo árbol que se torna de rojo, nos dificulta entender las buenas y las malas cosas que nos suceden, dentro de las realidades políticas en el país. Donde un grupo de facinerosos, que además de llevarnos a limites infrahumanos,
Las realidades a veces no son como las pintan. Lograr visualizar el bosque y no un solo árbol que se torna de rojo, nos dificulta entender las buenas y las malas cosas que nos suceden, dentro de las realidades políticas en el país. Donde un grupo de facinerosos, que además de llevarnos a limites infrahumanos, bajo la totalidad de factores que depende la vida de nuestra gente. Ejecuta un plan maestro, en el campo político administrativo, logrando dar zarpazos certeros para terminar de minar la democracia venezolana. Las estructuras del Estado, como en estos momentos decide el CNE y finalmente logrado ya, barrer con los Partidos Políticos.
Pero dentro de este berenjenal que vivimos, siendo antidemocrático y nada institucional las realidades se logran visualizar ya con gran facilidad, y al final logramos entender que nos hacen un gran favor a los venezolanos. La demanda sostenida desde hace años, por más del 85% de los ciudadanos ha sido en contra de los políticos y partidos políticos, que al final, como dijere el libertador Simón Bolívar cuando clamo por el cese de los Partitos Políticos y las divisiones que estos causan. Solo deseamos una sola bandera, un solo espíritu.
En el día de hoy, cesan por primera vez en 21 años, las marchas, la toma de esquinas, el transitar por las calles de banderas que de lucirse como un evento democrático, se deslucía en un conjunto de grupitos y de partidos, que nada le decían al “Espíritu de Libertad”. Hoy sin querer queriendo al estilo del “Chavo”, nos entregaron la gran posibilidad que todos los venezolanos hablemos en un mismo tenor sobre los valores y la demanda de cambios en el poder de quienes usurpan el Estado venezolano. Hoy todos portaremos el tricolor de siete estrellas y nuestro Escudo tal cual con sus símbolos en su lugar. Ya no hay otra bandera que portar, si ello no es suficiente, la Republica está perdida realmente.
Los venezolanos hemos sido víctimas de una especie de desesperanza aprendida, que no va con nuestra verdadera naturaleza. Los venezolanos gozamos históricamente de una resilencia única y especial. Sumados a nuestras formas de emprendimientos la esperanza se vuelcan en los destinos de la Patria. Somos linaje, de campeones, de libertadores, nacida en la lucha, la constancia y el coraje de poder afirmar, “Basta Ya”. Estamos dispuestos en vida y acción a darle a Venezuela un porvenir. Sumados a lo ya logrado por Guaidó y un mundo de iniciativas conjuntamente con los parlamentarios leales a la Bandera Nacional, solo nos queda actuar. Presidente Guaidó, tiene la palabra.
Solicitarles el paso más importante, mientras tengamos tiempo es la aplicación del TIAR y todos los artículos que declaren la verdad nacional. La presencia de ejércitos y ciudadanos extranjeros en una especie de invasión silenciosa, pero colmada de muerte, traiciones y entrega del País en su soberanía, por parte de cómplices proscritos por las leyes del mundo. No hay más que esperar. Los ciudadanos, las familias, las comunidades como los emigrantes que se han ido huyendo del terror nacional lo exigimos.
Dr. José Ernesto Pons Briñez/@joseponsb/ “Las decisiones no se miden por lo que se pierde, sino, por lo que se gana”. Napoleón Bonaparte.
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