¿Deben los niños con Trastorno del Espectro del Autismo estar exentos de realizar sus deberes? Una de las principales causas de angustia en los niños con Trastornos del Espectro del Autismo, sus familias y profesores es la finalización satisfactoria de sus deberes. ¿Por qué este grupo de niños presenta una reacción emocional adversa ante la
¿Deben los niños con Trastorno del Espectro del Autismo estar exentos de realizar sus deberes?
Una de las principales causas de angustia en los niños con Trastornos del Espectro del Autismo, sus familias y profesores es la finalización satisfactoria de sus deberes. ¿Por qué este grupo de niños presenta una reacción emocional adversa ante la idea de iniciar sus deberes y dificultades para acabarlos? Puede haber dos explicaciones. La primera se basa en su grado de estrés y agotamiento mental durante el día en la escuela y la segunda es debida a su perfil de capacidades cognitivas.
El estrés de estar en la escuela
Al igual que sus compañeros de clase, un niño con TEA tiene que completar el currículo educativo de su curso, pero se encuentra ante modelos adicionales de aprendizaje y más fuentes de estrés que el resto de sus compañeros. Además, el niño con TEA tiene un plan de estudios adicional, es decir, las terapias accesorias, ya sean sociales, de lenguaje o cognitivas. A su vez, deben de realizar un esfuerzo intelectual adicional para determinar qué tipo de reglas sociales emplear tanto en clase como durante el tiempo de recreo. Sus compañeros no deben aprender estas reglas sociales, al ser un aprendizaje innato, pero los niños con TEA deben de descifrar continuamente un sinnúmero de claves y códigos sociales y cognitivos para poder determinar qué hacer y qué decir en cada situación. A menudo, sus impresiones son una crítica para un error poco reconocido por los demás cuando ellos dan la respuesta correcta. El aprendizaje basado solo en sus errores no es la forma más eficiente de aprender. Por tanto, estos niños tienen que concentrarse en dos planes de estudios que los deja emocional e intelectualmente agotados al finalizar su jornada escolar. A su vez, también tienen problemas para leer y responder adecuadamente a las señales emocionales de sus profesores y compañeros, hacer frente a la compleja y ruidosa vida social del patio, a los cambios inesperados en la rutina de la escuela y a duras experiencias sensoriales en el caso de asistir a una aula ruidosa. A lo largo de la jornada escolar, apenas tienen tiempo para relajarse.
Es esencial que reconozcamos el grado de estrés experimentado por estos niños, ya que los signos pueden ser evidentes en su comportamiento y estado de ánimo. Los síntomas incluyen el niño que se describe como un Dr. Jekyll y Mr. Hyde en que los indicadores de estrés no son visibles en la escuela, pero el niño es un personaje muy diferente en casa. Pueden estar tranquilos y conformes en el aula, pero intolerante y agresivos nada más llegar a casa. Algunos niños se vuelven muy ansiosos por la mañana, antes de ir a la escuela, y presentan un rechazo a la escuela o al salir de la escuela, lo cual puede ser una señal de tensión insoportable. Otros niños pueden expresar los signos en la escuela por episodios de extrema ansiedad o ira, con incidentes de pánico o trastornos del comportamiento muy explosivos. Otros sufren estrés crónico, lo que contribuye a una depresión crónica. Cuando hablo con niños con autismo y síndrome de Asperger que tienen dificultad para aprender el plan de estudios sociales y hacer frente a las presiones de la escuela, a menudo explican que quieren una clara división entre el hogar y la escuela. Su comentario es “La escuela es para aprender, el hogar es para la divertirse o relajarse”. Por lo tanto la posibilidad de interrumpir su tan necesitada y merecida diversión y relajación con los deberes es más de lo que pueden hacer frente.
Perfil de habilidades cognitivas
Los niños con trastorno del espectro autista tienen un perfil inusual de habilidades cognitivas que deben reconocerse y asumirse cuando se están llevando a cabo el trabajo académico en la escuela y el hogar. Uno de los aspectos de este perfil es el deterioro de la función ejecutiva. El perfil es similar al de los niños con trastorno por déficit de atención, ya que pueden tener dificultad para planear, organizar y priorizar, una tendencia a ser impulsivos e inflexibles en la resolución de problemas y mala memoria de trabajo. Otras características incluyen una dificultad para generar nuevas ideas, la necesidad de supervisión y orientación y la determinación de lo que es relevante y redundante, así como la percepción del tiempo y la mala gestión del tiempo. También existe la posibilidad de un perfil inusual en las pruebas estandarizadas de inteligencia, especialmente con respecto a la verbal y la visual (o la escala de rendimiento) de inteligencia. Algunos niños son verbales y tienen una fuerza relativa en la lectura, el vocabulario y los conceptos verbales, mientras que otros son visuales y “una imagen vale más que mil palabras”. El perfil cognitivo y de aprendizaje del niño es generalmente reconocido por las autoridades escolares y la disposición especial hecha por el niño en términos de un asistente en el aula para facilitar su progreso académico. El profesor sabe cómo adaptar el currículo para un niño con un trastorno del espectro autista, pero este conocimiento y servicios no están disponibles en el hogar.
La siguiente gama de estrategias están diseñadas para minimizar el deterioro de la Función Ejecutiva, adaptarse a su perfil de habilidades cognitivas y ayudar al niño a completar sus tareas con menos estrés para el niño y su familia.
Creando un ambiente de aprendizaje
El área donde el niño trabaja debe ser conducente a la concentración y el aprendizaje. Un modelo útil es un con asientos e iluminación adecuada, y la eliminación de cualquier distracción. Las distracciones pueden ser visuales, como la presencia de juguetes o la televisión, que son un recordatorio constante de lo que el niño no iba a hacer o distracciones auditivas, tales como el ruido de los aparatos eléctricos o la charla de sus hermanos. Asegúrese de que la superficie de trabajo sólo tiene equipos relevantes para la tarea. Su entorno de trabajo debe de estar a salvo de hermanos y hermanas curiosos.
Un horario diario de tareas escolares puede ser realizado por los padres con la guía del maestro para definir la duración prevista y el contenido de cada actividad o asignación de tareas. Esto puede ser extremadamente útil si hay problemas con la asignación de tiempo por parte del niño para cada componente de la tarea. A veces, la tarea puede llevar horas, cuando el profesor pretende sólo unos minutos en una tarea específica.
Se puede utilizar un cronómetro para recordar al niño cuánto tiempo le queda para completar cada sección de la tarea. También es importante asegurarse de que el tiempo programado para la tarea no coincide con el programa del niño favorito de televisión. Si lo hace, puede grabarlo y ver el programa después de acabar los deberes.
Si es necesario realizar pausas para fomentar la concentración, el trabajo se puede dividir en partes, indicando la cantidad de trabajo que el niño debe de completar antes de cada descanso. Un error habitual es pensar que pueda prolongar durante mucho tiempo la concentración.
Preparación de los deberes por parte del maestro
El maestro puede poner de relieve los aspectos clave en la hoja de tareas, material escrito y preguntas para que el niño sepa que aspectos son los más importantes para preparar el trabajo. Se puede pedir al niño que explique su plan antes de comenzar la tarea para garantizar que su trabajo es coherente y lógico. Si la tarea tarda varios días en completarse, es importante que el profesor revisa regularmente los borradores del niño y el progreso, lo que también aumenta la probabilidad de que se termine a tiempo.
Problemas de memoria
Si el niño tiene dificultades para recordar exactamente las tareas y recordar información pertinente para llevar a cabo la tarea, una característica de la función ejecutiva deteriorada, una solución es comprar un juguete ejecutivo. Una pequeña grabadora puede proporcionar un registro de instrucciones orales del profesor y el niño puede añadir sus propios comentarios o notas personales de la grabación para recordar información clave. El niño y sus padres sabrán exactamente lo que se dice y qué es relevante para la tarea. Otra estrategia es hablar con otro niño de la clase para pedirle la información necesaria.
Un diario o agenda para deberes puede ayudar al niño a recordar qué libros debe llevar a casa y las tareas específicas para cada noche. Una agenda u organizador personal puede resultar de mucha utilidad.
Supervisión
El niño puede tener dificultad para empezar o decidir qué hacer primero. La dilación puede ser un problema, es una buena idea que uno de los padres supervise el inicio de la tarea. No obstante, una vez que el niño ha iniciado su trabajo, esto no significa que haya finalizado la supervisión. Los padres deben de estar disponibles si el niño requiere ayuda, o está confundido, así como para asegurarse que el niño ha escogido la estrategia adecuada para realizar los deberes. El niño puede mostrar una tendencia negativa ante la posibilidad de usar estrategias alternativas. Es por tanto una buena idea proporcionar al niño diferentes alternativas para resolver un problema. El niño debe saber que tenemos un plan B.
Lo padres y maestros deben tomar conciencia del grado necesario de supervisión, ya que este puede suponer un problema para los padres cuando estos tienen otros compromisos domésticos y el niño está haciendo sus deberes. La supervisión también es necesaria para ayudar al niño a priorizar, planificar y ayudar a resolver los problemas, recordando soluciones y motivando. La motivación puede ser reforzada con recompensas a la concentración y el esfuerzo.
Gestión de las emociones
Los niños con TEA son conocidos por su capacidad para lidiar con la frustración y las críticas, así como sus problemas para controlar sus emociones. Pueden mostrarse muy nerviosos cuando se confunden o comenten un error. Un adulto deberá de estar disponible para ayudar al niño a mantener la calma y la lógica. Los adultos también necesitan modelos de tranquilidad, los cuales pueden ser complejos cuando tanto el adulto como el niño están confundidos sobre qué hay que hacer. Pueden acabar llorando ambas partes.
Modelo cognitivo
Se debe prestar especial atención a las capacidades y carencias cognitivas del niño. Si el punto fuerte es el razonamiento visual, el uso de diagramas de flujo o mapas mentales ayudará a mejorar la comprensión. Si su punto fuerte son las habilidades verbales, las instrucciones por escrito o el uso de metáforas asociadas y de su interés serán de gran ayuda. SI el niño tiene problemas de escritura, el uso de un ordenador y un teclado puede ser de gran utilidad. A veces el padre actúa como un “secretario” y escribe la lista de materiales necesarios y lee las respuestas a las cuestiones planteadas. Hacemos una trabajo colaborativo más que una tarea solitaria. Los padres no deben de actuar de forma superprotectora, solo deben saber que sin su participación, los deberes no se harían.
Los niños con trastorno del espectro autista a menudo disfrutan de tener acceso a una computadora y puede ser más capaces de entender el trabajo, si se presenta en una pantalla de ordenador. El material presentado por una persona que añade una dimensión social y lingüística a la situación, puede incrementar la confusión del niño. Los profesores deberían considerar la adaptación de la tarea para que una proporción considerable del trabajo se lleve a cabo mediante un ordenador. Sistemas de procesamiento de texto, gráficos y programas de gramática y correctores ortográficos son de gran ayuda en la mejora de la comprensión y legibilidad del trabajo final. Si el padre es incapaz de ayudar al niño a resolver un problema particular, una solución es llegar a un acuerdo con el profesor, donde el maestro se ponga en contacto por teléfono y que pueden hablar directamente con el niño. El uso regular de este enfoque puede conducir a una reducción significativa en el tipo y la cantidad de tareas.
Los niños con un Trastorno del Espectro Autista requieren una consideración especial al aprender nuevas materias. Las tareas deben estar principalmente destinadas a consolidar y practicar la información conocida en vez de introducir nuevos conceptos.
Otra característica es la dificultad de explicar de forma oral sus razonamientos. El niño puede proporcionar una solución correcta para un problema matemático, pero ser incapaz de explicar de forma oral como se obtiene el resultado correcto. Sus estructuras cognitivas pueden ser poco convencionales e intuitivas y poco deductivas. Deberemos aceptar al solución correcta, incluso si no existe una lógica en el desarrollo. Un problema con esta característica es que puede ser difícil para los padres corregir el razonamiento alternativo cuando el niño tiene un “bloqueo mental”.
Enseñar a un niño con un trastorno del espectro autista requiere de habilidades especiales y no se espera que los padres que tengan esas habilidades. Como padres, se es más emocional que el profesor y puede ser difícil ser objetivo y desvincularse de la parte emocional. Una opción es contratar a un tutor la tarea de proporcionar la orientación y supervisión especializada. Sin embargo, esto puede ser posible más allá de los recursos financieros de la mayoría de las familias.
Una propuesta polémica
Si los deberes están asociada con tanta angustia, ¿qué se puede hacer para reducir la desesperación del niño que se agota en su día en la escuela, el padre que trata de motivar a su hijo y el maestro que reconoce que los deberes no son el medio más eficaz de educación para estos niños? Dada la cantidad normal de las tareas que se exige al niño, entonces todos deben considerar el grado de tiempo y compromiso que es necesario por todas las partes para asegurarse de que se completen en tiempo y forma. Una opción es permitir que el niño complete su “deberes” en la escuela. Puede llevarse a cabo a la hora del almuerzo, antes o después de clase, en su casa o en la biblioteca de la escuela. Sin embargo, aún se requiere una supervisión y orientación de un profesor o ayudante. En la escuela secundaria, algunos niños han sido capaces de graduarse teniendo menos asignaturas y tiempo extra disponible en el horario escolar dedicado a la realización de sus deberes.
Si todas estas estrategias no dan resultado, ¿cuál es la alternativa? ¿Deben los niños con Trastorno del Espectro del Autismo estar exentos de realizar sus deberes? Si las estrategias descritas en este artículo no tienen éxito o no puede aplicarse, entonces mi respuesta es ‘sí’. A veces, este consejo representa un gran alivio para el niño, sus padres y, probablemente, su maestro. Ustedes pueden citarme a mi sobre esta recomendación.
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