Científicos y ambientalistas señalan que el Estado debería revisar la concesión de la empresa puesto que, al comenzar ésta sus operaciones antes de que entrara en vigencia la ley ambiental, no cuenta con estudios que permitan determinar si se hace cargo o no de sus impactos ambientales. El lugar afectado, territorio ancestral del pueblo Kawesqár
- Científicos y ambientalistas señalan que el Estado debería revisar la concesión de la empresa puesto que, al comenzar ésta sus operaciones antes de que entrara en vigencia la ley ambiental, no cuenta con estudios que permitan determinar si se hace cargo o no de sus impactos ambientales.
- El lugar afectado, territorio ancestral del pueblo Kawesqár y donde cientos de pescadores artesanales extraen especies marinas, es considerado una joya de la Patagonia. En marzo de este año, el Gobierno solicitó a la UNESCO que lo declarara patrimonio de la humanidad.
- El incidente se produjo en la Isla Guarello, parte del territorio ancestral de la comunidad indígena Kawésqar, una de las culturas milenarias del territorio
El pasado sábado 26 de julio, 40 000 litros de combustible diésel fueron vertidos al mar en Isla Guarello, en el archipiélago de Madre de Dios, en la Patagonia chilena, donde la Compañía Siderúrgica Huachipato S.A, filial de Compañía Aceros del Pacífico (CAP), opera una mina de piedra caliza.
La información preliminar indica que se debió a un accidente en el traspaso de diesel desde un estanque o contenedor a otro. Sin embargo, expertos advierten que hay errores estructurales de la empresa que deben ser revisados como el hecho de que no cuente con una Resolución de Calificación Ambiental, autorización que entrega la autoridad ambiental en Chile para operar.
Por fuera de la ley ambiental
Aunque las razones específicas por las que se produjo el vertimiento están siendo investigadas, Juan Carlos Andrades, director regional de la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI), indicó a Mongabay Latam que el vertimiento ocurrió primeramente en tierra, en el lugar donde tres motores proveen de energía a la mina. Según indica Andrades, en ese lugar, ubicado a tan solo “50 a 100 metros del muelle” que conecta con el mar, ocurrió el derrame durante una operación de traspaso de combustible.
Alex Muñoz, Director para América Latina del programa Pristine Seas de National Geographic, que busca identificar, proteger y restaurar los últimos lugares salvajes del océano, indicó que “debemos dejar de utilizar las palabras ‘error humano’ o ‘accidente’ en una operación que depende de una empresa, donde deberían existir protocolos de seguridad para prevenir y luego contener rápidamente un derrame”. Según detalla Muñoz, las maniobras que involucran la manipulación de hidrocarburos consideran medidas para contener inmediatamente los derrames como, por ejemplo, “dobles mangas en las tuberías para que el petróleo quede atrapado”. Por lo mismo agrega que “aquí el que está fallando es la empresa, no un operario. No se trata de un error humano, sino una falta de previsión y negligencia de la misma empresa CAP y su concesión debiera ser revisada”, dijo el experto.
El gerente de sustentabilidad de la Compañía Aceros del Pacífico (CAP), Pablo Pacheco, señaló a su vez, a través de un comunicado, que la compañía ha hecho todo los esfuerzos por mantener controlada la situación y que tras el incidente «se iniciaron de forma inmediata las faenas de extracción del hidrocarburo del medio marino con el trabajo comprometido de alrededor de 30 personas, que incluyeron la instalación de una manga contenedora de 50 metros en parte del área impactada –la cual impide el avance del diésel- y la utilización de motobombas de aspirado, entre otras acciones”.
Las instalaciones de la Compañía Siderúrgica Huachipato S.A en Isla Guarello comenzaron a operar antes de que entrara en vigencia la actual ley ambiental en Chile. Por ese motivo explica Eduardo Schiappacasse, secretario regional del Ministerio de Medio ambiente, las acciones de la empresa no están sujetas a la ley de medio ambiente, puesto que la ley no es retroactiva. Por ello, la compañía no cuenta con una evaluación de impacto ambiental, estudios que permiten determinar si el proyecto se hace cargo de los efectos ambientales que genera. Tampoco cuenta con una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) que, en Chile, es la autorización que la autoridad entrega a una empresa para operar.
“Hace muchos años que CAP opera en Isla Guarello y ni siquiera cuenta con una RCA”, dice Muñoz, por lo que agrega que “las autoridades debieran revisar completamente su situación, ver cuáles son los impactos ambientales que está teniendo y evaluar si es que debe seguir operando, porque está claro que no tienen la responsabilidad suficiente para realizar minería en ese lugar”.
Schiappacasse indicó que si bien la empresa no cuenta con una RCA, debe cumplir con la normativa de los diferentes organismos públicos ante los cuales se rige como el Servicio Nacional de geología y Minería (Sernageomin), la Superintendencia de Energía y Combustibles (SEC) o la Armada. Actualmente, entre los antecedentes que se están recopilando, explica el secretario regional del Ministerio de Medio ambiente, es si la empresa cumplió o no con la normativa de cada uno de ellos.
Además aseguró que ahora mismo se están tomando muestras de agua para obtener datos que permitan determinar el nivel de impacto en el medio ambiente y se evalúa también «la posibilidad de interponer una denuncia por daño ambiental ante el Consejo de Defensa del Estado”.
La Fiscalía por su parte determinó que la Brigada de Delitos Ambientales investigue para determinar las responsabilidades penales.
La riqueza del ecosistema
Según indicó Juan Carlos Andrades, la empresa puso en marcha inmediatamente su plan de acción para aislar el vertimiento y rápidamente buques de la Armada se dirigieron al lugar para apoyar en las labores de contención del combustible.
La empresa señaló, mediante un comunicado, que por ahora los trabajos de explotación y carga de naves en la isla se mantienen suspendidos, pues se están concentrando en las actividades de limpieza.
Hasta el lunes por la tarde, 15 000 litros de diesel mezclado con agua habían sido recuperados y esta sigue siendo la cantidad oficial, aseguró Schiappacasse. Sin embargo agregó que esperan que la cantidad aumente puesto que la Armada y la empresa han dispuesto equipos filtradores que permiten recuperar específicamente el diesel separado del agua.
En marzo de este año, el gobierno realizó una petición ante la UNESCO para que el archipiélago Madre de Dios sea declarado patrimonio natural de la humanidad. Este lugar, considerado una joya dentro de la Patagonia, es uno de los lugares con los ecosistemas marinos más prístinos del mundo, donde predominan los corales de agua fría, los jardines de anémonas y las algas gigantes o bosques de kelp, “un hábitat muy importante para decenas de especies marinas”, asegura Muñoz. “Es una zona que sin duda es frágil por lo que las actividades industriales pueden tener efectos muy perjudiciales”, agrega.
Procesos ecológicos y biológicos desarrollados después del derretimiento y retroceso de los glaciares, hace aproximadamente 12 000 años atrás, permitieron la creación del conjunto de islas de Madre de Dios.
Según Oceana, organización para la conservación marina, “el mundo subacuático de Isla Guarello al estar formado por bosques de coral, implica que otras especies estén asociadas a este ambiente y lo utilicen como hospedaje y fuente de alimento». Además señala que hay registros de la existencia de corales negros, “especies nada fáciles de avistar”.
Jaime Aburto, presidente de la asociación de pescadores artesanales de Puerto Natales, una de las ciudades más cercanas a Isla Guarello, indicó que están preocupados por los efectos que este vertimiento pueda tener sobre los recursos marinos. Asegura que son alrededor de 200 las embarcaciones artesanales que operan en la zona extrayendo erizos, cholgas, picorocos, piures y centollas de los bancos naturales que crecen en estas aguas, que también son territorio del pueblo indígena Kawésqar. Este último pidió a la autoridad marítima, a través de una declaración pública, que contenga los efectos de este evento, “el cual amenaza bases fundamentales de nuestra cultura, de nuestro territorio y de nuestros recursos ancestrales”.
Oceana asegura que “en primera instancia, el efecto del diésel sobre los corales es a largo plazo, y puede tomar hasta un año comprobar realmente cuál fue el impacto de un derrame de estas características”. fuente Autor periodismo ambiental Mongabay Latam
Foto principal: La empresa y la armada realizan labores de limpieza para extraer el diesel derramado. Foto: Armada de chile
Video: buques de la Armada se dirigen a Isla Guarello para intentar retener el diesel derramado. Video: Manuel Luis Rodriguez
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