Hablar para esta fecha del siglo XXI sobre lo importante del Día Mundial de la Televisión es sumamente comprometedor dado lo relevante de esta invención para nuestra cultura y comunicación mundial, a favor del Ambiente y de la sociedad en general.

El Día Mundial de la Televisión por alguna razón coincide con el Día Mundial del Ambiente (Ambiente completo y no medioambiente), pero es el caso del importante liderazgo que la TV pospandemia tiene que asumir a partir de los especialistas como: Andreína Rowina Oroño González, quien viene abordando desde hace un decenio sobre los avances tecnológicos y las habilidades directivas del talento humano, directivo y productor. Así como Francisco Cassetti y Federico Chio con suficientes formas para el análisis de la TV; o Giovanni Sartory al reflejar en “Homo Videns”, sobre la sociedad teledirigida. Marcelino Visbal con sus investigaciones venezolanas nos obliga a sintonizarnos con ese salto tecnológico y comunicacional, etológico y ecológico-moral. Todos en su conjunto nos motivan a incursionar en una autentica revolución comunicacional –indicó en 2006 Andrés Cañizales.

Definitivamente la TV posmoderna y pos-contemporánea después de la gran experiencia mundial de Mother Angelica Live y su EWTN (Global Catholic Network), tiene que reglamentarse asimisma y romper las barreras de las telecomunicaciones con fibra ópica, Internet y celular, incluso, en nuevos patrones para promoción, publicidad y productividad ante las múltiples opciones que desea tener la usuaria sociedad. Ese es una de los fuertes que aborda la especialista magister Oroño González, profundizando y actualizando la dinámica televisiva ante la variedad tecnológica terrestre, satelital y digital, con incluso, la fibra óptica. El éxito dependerá, soportado técnicamente, en la creatividad, calidad y presentación horaria de contenidos fáciles de multiplicar en las redes satélites digitales y sociales, que impidan o neutralicen las discrecionalidades para el control estatal televisivo. Caso Venezuela con Conatel y Ley Resorte.

La imponente apertura comunicacional indica necesarios y urgentes cambios en la desesperanza aprendida “y aprehendida” para luchar contra el pensamiento único y la hegemonía comunicacional, donde la televisión es investigación, desarrollo, cultura, información, opinión y entretenimiento. Todo depende de su programación, y esta, de la calidad de sus directores y productores (habilidades directivas) a tono con las tecnologías y hábitos con exigencias de usuarios y la nueva sociedad pospandemia, donde el respeto y el entendimiento, serán fundamentales para crear o formar “una nueva sociedad que ni la escuela, la familia, o la universidad solas pueden modelar sin una excelente calidad técnica televisiva y de contenidos, donde el control, lo tenga solo el usuario como receptor-destino para consolidar un nuevo liderazgo paradigmático y transformacional según este autor”.

Y como refiere la profesora magister Oroño González: “Sin habilidades directivas en lo tecnológico, lo legal y la producción llena de talento y creatividad, la televisión no avanzará aun cuanto la tecnología corra a la velocidad de la luz. Hay que romper algunas barreras mentales para iniciar los cambios profundos posteriores al primer trimestre del Siglo XXI”.

Prof. Amenhotep Planas Raga. MSc, Exdirector de la corporación Ciudad TV, Actual presidente del Bloque de Medios Digitales de Venezuela, Twitter: @AmenhotepPlanas,fuente amenhoteplanas@periodistas.com